10 razones por las que nos gusta que nuestros perretes crezcan junto a Chloe.

Sergio y yo siempre hemos sido partidarios de que nuestros perros y nuestros hijos deberían ser muy buenos amigos y criarse juntos, esto puede ofrecer una serie de beneficios mutuos, de todo tipo, desde disfrutar de más tiempo de juego hasta una mentalidad más alegre. En este artículo recojo las que para nosotros son las mejores ventajas de que los perros y los niños crezcan juntos.

A la mayoría de los niños les encantan los perros. Son bonitos, tiernos y muy amigables en su mayoría. Pero, ¿sabías que crecer con un perro puede beneficiar el desarrollo físico y psicológico de un niño? Estos son algunos de los muchos beneficios de tener perros en la vida de tus hijos, vamos allá.

  1. Compañerismo constante

Aunque la infancia no siempre es fácil, tener una mascota proporciona una compañía constante en los momentos de menos felicidad. Los perros pueden ser una gran fuente de consuelo para los niños, incluso cuando se enfrentan a lecciones de vida difíciles, que las van a vivir jejeje. Cuando los niños se sienten tristes, enfadados o asustados, siempre pueden recurrir a su mascota. También hemos comprobado que cuando Chloe acaricia o abraza a los perretes le alivia el estrés y le ayuda a relajarse.

  1. Un estilo de vida más activo

El cuidado de un perro también fomenta un estilo de vida más activo. Según leí hace unos meses en un artículo los niños con perros hacen ejercicio once minutos al día más que sus compañeros que no tienen perros. Puede que no parezca mucho, pero durante una semana o un mes, realmente la suma es alta ¿no?. Muchos perros requieren mucho ejercicio o carreras diarias y mucho tiempo para jugar. Esos adorables ojos de cachorrito que te ponen a modo de El Gato con Botas de Shrek seguramente te motivará a participar y salir a la calle con tus hijos, incluso cuando no te sientas con ganas. 

  1. Responsabilidad de aprendizaje

Tener una mascota es una gran manera de enseñar responsabilidad a los niños. Asegurarse de que el perro de la familia tenga comida y agua les da a los niños un primer contacto con la responsabilidad y las obligaciones. Los niños también aprenden a empatizar al cuidar a su mascota, mientras desarrollan un mayor nivel de autoestima al hacerse cargo de sus responsabilidades como dueños de las mascotas.

  1. La salud es riqueza

En otro artículo leí con mucho interés que hay varios estudios que han concluido que los bebés criados en contacto cercano con una mascota enferman con menos frecuencia durante su primer año de vida, lo que significa menos visitas al pediatra ¡Triunfazo jajaja!. Dicen que la exposición al pelo de las mascotas y los microbios que las mascotas llevan al hogar desde el exterior mejora el desarrollo del sistema inmunológico de los bebés. La investigación también ha encontrado que los niños que crecen con perros experimentan un riesgo reducido de alergias.

  1. Conociendo el amor incondicional

Los niños son el centro de atención en cualquier familia y rápidamente aprenden que el mundo gira alrededor de ellos. Por eso es importante exponerlos a conceptos como el amor incondicional o la lealtad. ¿Qué mejor maestro que nuestros compañeros perrunos?.

  1. Ánimo para hablar

Los perros brindan innumerables oportunidades para que los niños practiquen el hablar. Ya sea llamando al perro por su nombre, pidiéndole que se siente o vaya a donde el niño está, o simplemente balbucear, los niños estarán ansiosos por conversar con su nuevo coleguis.

En ese mismo artículo hablaban de algo super interesante, comentaban que los perros también pueden ayudar a los niños con dificultades del habla manteniéndolos relajados y entretenidos. A menudo se emplean como compañeros de conversación sin prejuicios, lo que hace que la terapia del habla sea menos desafiante y más divertida para los más pequeños.

  1. Protección y cuidado

Todos hemos escuchado historias de perros héroes que salvan bebés de gente mala, desastres naturales o animales peligrosos. Los perros son nuestros guardianes de confianza. Y cuando se trata de niños, realmente dejan que su naturaleza protectora se haga cargo. Cuidarán de los «cachorros» humanos como si fueran suyos, sin bajar nunca la guardia. ¡Nuestros héroes!

  1. Más tiempo al aire libre

Ya sea que se trate de paseos diarios por el vecindario o viajes al parque, tener un compañero canino ofrece muchas buenas razones para sacar a toda la familia de casa y lejos de las pantallas. Quitale el móvil o el iPad a tu hijo y a disfrutar de la calle con los perretes.

  1. Vínculo con los hermanos

Los padres tenemos una oportunidad de oro para fomentar el trabajo en equipo y la cooperación entre hermanos al añadir una mascota a la familia. Sergio y yo estamos seguros de que cuando llegue un hermanito o hermanita para Chloe, nuestros perretes serán un nexo de unión entre ellos. Pasear y alimentar al perro pueden convertirse en responsabilidades compartidas, y cuando llega el momento de jugar, unirse a la diversión de tener un perro corriendo por el jardín los acercará más.

  1. ¡No te preocupes, sé feliz!

¡Quizás uno de los mayores beneficios de los perros en la primera infancia es simplemente que hacen felices a los niños! Se ha demostrado que la interacción con animales eleva los niveles de serotonina y dopamina, que son los componentes químicos básicos de los sentimientos positivos, como el ejercicio que hacemos diariamente Sergio y yo jejeje. Pero la verdad es que dejando a un lado toda la ciencia, jugar e interactuar con perros es simplemente divertido, y seguramente alegrará el día de cualquier niño. Crecer con un perro puede enriquecer la vida de los niños de muchas maneras. Tener un perro en tu familia puede ser uno de los mejores regalos que podemos dar a nuestros hijos.